Presencia, visibilidad, notoriedad, relevancia… ¿Qué marca no busca reputación entre sus clientes? Todas las empresas, independientemente de su tamaño, quieren su espacio y desean ser referentes dentro de su nicho.
¿Tú también quieres que recuerden tu nombre, tu logo o tus señas de identidad? Entonces, lo que estás pensando es en branding, un concepto cada vez más sonado en marketing que se centra, nada más y nada menos, que en la construcción de marca. Para pasar de ser un simple nombre o un logo bonito vacío de significado, la clave está en llenar de concepto aquello que comunicas de manera verbal y visual.
¿Qué es el branding y por qué necesitas una estrategia de branding para tu empresa y no un simple logo?
El branding es más que un simple logo. Engloba un concepto mucho más amplio que pasa por generar un universo que respire marca, incluso en ausencia del propio logo.
¿Por qué vemos un anuncio de Apple y desciframos quién está detrás mucho antes de ver su logo? ¿Por qué escuchamos el jingle de Mercadona e inmediatamente reconocemos a qué supermercado se refiere? ¿Por qué leemos Just do it y en seguida asociamos esta potente frase a Nike?
Algunas marcas tienen claims pegadizos (véase Nike, por ejemplo); otras, músicas asociadas (como es el caso de Mercadona); algunas tiendas se identifican incluso por su olor, como es el caso de Stradivarius. Todo esto forma parte del branding. Y es lo que diferencia a las marcas con éxito de aquellas marcas que pasan desapercibidas.
Llegar a calar con un mensaje tan potente a tu público no es nada fácil, pero cuanto más trabajes tu marca en todos estos aspectos más posibilidades tendrás de que sea recordada, interiorizada y valorada.
¿Por qué es importante el branding?
Una estrategia de branding recala en aspectos esenciales como:
- Una buena estrategia de branding te ayudará a que tus clientes reconozcan y recuerden tu marca, pero también para que la asocien a determinados valores positivos que conecten con ellos.
- Vínculos emocionales. El marketing sabe y tiene bien estudiado que la emoción es mucho mejor impulsora de compra que la razón. Si trabajamos la vinculación emocional con nuestros clientes potenciales, tendremos un lazo irrompible con ellos.
- Valor comercial. El branding te ayudará a diferenciarte de la competencia y que tus productos destaquen frente a otros.
¿Qué elementos debes tener en cuenta a la hora de crear tu estrategia de branding?
POSICIONAMIENTO DE MARCA
Explorar el territorio de marca, asociándolo a determinados valores, a unos retos o a un sector determinado es fundamental para la propia marca y para su comunicación. Y esto pasa por hacer un trabajo de introspección definiendo aspectos como:
- Quiénes somos y dónde nos posicionamos frente a la competencia
- Cuáles son nuestra misión, visión y valores
- Cuáles son nuestros objetivos, cuál es el punto de partida (o punto de dolor de nuestro cliente potencial) y cómo podemos solucionárselo
Los arquetipos de marca pueden ser una buena herramienta para determinar y bajar a tierra esos conceptos más o menos etéreos que son, nada más y nada menos, la forma en que la empresa quiere mostrarse y que están estrechamente ligados a la identidad corporativa.
Los doce arquetipos de marca de Carl Jung son una forma de categorizar esas actitudes, comportamientos y valores de manera que podamos definirnos con un o varios arquetipos como “el explorador” (Red Bull), “el héroe” (Nike), “el mago” (Apple), “el sabio” (Google), etc…
EL TARGET
Como en cualquier proceso y estrategia de comunicación, es fundamental definir al cliente potencial al que se dirige la marca. ¿Quién es, cómo se siente y por qué nos necesita? Estas podrían ser algunas preguntas interesantes a responder para dar forma y perfilar a ese buyer persona al que la marca quiere dirigirse y convencer hasta llegar a enamorar.
Con todo esto, es interesante elaborar un brief que englobe estas ideas y que sea el punto de partida para trabajar la imagen corporativa a partir de esa identidad previamente definida.
EXPRESIÓN VISUAL
La identidad corporativa tiene mucho de visual. Y es que, cada vez más, la información nos entra por los ojos. Saber jugar con los elementos visuales es fundamental para crear comunicación de marca en base a conceptos cargados de contenido porque todo, absolutamente todos los elementos visuales, forman parte del mensaje.
¿Sobre qué valores se sustenta la marca? ¿Qué conceptos se asocian a ella? ¿Cuál es el mensaje? La parte gráfica debe plasmar la respuesta a estas preguntas.
Para desarrollar la marca, se deben trabajar los siguientes elementos:
- El logotipo. El símbolo gráfico que lo representa, que bien puede estar formado por el propio símbolo o por un grupo de letras (normalmente el nombre de la marca) o por ambos.
- El símbolo. Únicamente la parte gráfica, que servirá como elemento icónico de la comunicación visual. Un ejemplo sencillo para diferenciar logotipo de símbolo sería precisamente el caso de Nike. ¿A que eres capaz de reconocer la marca tanto si aparece el logotipo con el símbolo y el texto como si solamente encuentras su símbolo, el conocido como swoosh?
- La retícula. Una cuadrícula en la que se enmarca el logo y que sirve para analizar la composición estructural de éste. Y es que toda marca debe poder ser reproducida dentro de una estructura geométrica, de tal forma que cualquier tipo de público pueda reconocerlo al instante.
- El área de seguridad. Una guía para preservar la legibilidad correcta de la marca.
- Un tamaño mínimo. Indicaciones que aseguran unas medidas mínimas para su correcta legibilidad en todos los soportes.
- Usos indebidos. Recomendaciones de cómo no se debe aplicar el logotipo.
- La tipografía. El tipo de letra utilizado en el logotipo, ya sea la tipografía principal o secundarias, si las tuviera.
- La gama cromática. Los colores de marca, su código de color y unas breves pinceladas sobre la psicología del color pueden completar este punto que luego se trasladará a toda la comunicación visual.
- El claim o frase asociada a la marca. No todas las marcas lo tienen, pero añade fuerza al mensaje y ayuda a retenerlo. Volviendo con el ejemplo de Nike, aquí estaríamos hablando de su famoso ‘Just do it’. Y sí, parece que Nike lo ha pensado todo muy bien en cuanto a branding se refiere.
APLICACIONES
Una vez realizado el trabajo de diseño gráfico se debe pensar cómo se va a aplicar. Esto pasa por plantearse cuestiones como estas: ¿Cómo se va aplicar el logo? ¿qué elementos gráficos, señalética, iconos podemos crear asociados a la imagen de marca?
- Símbolos gráficos e iconos, asociados a la estética de marca en formas, trazos y colores. Y es que una marca del siglo XXI debe contemplar todo tipo de comunicación. ¿Quién no usa hoy en día simbología para facilitar la comunicación gráfica?
- Aplicaciones offline para uso en papelería (documentos, sobres, sellos, carpetas, tarjetas…), cartelería, publicaciones, prensa, publicidad, etc.
- Aplicaciones online para uso en soportes digitales. Aquí se pueden definir aplicaciones gráficas para su uso en web, en el email (como el diseño de la firma, por ejemplo), perfiles y portadas de redes sociales, recursos para vídeos, aplicaciones móviles, etc.
Diseñar una estética a través de un documento que recoja el look and feel de la marca ayudará a trabajar posteriormente con unas guías definidas que faciliten la comunicación integral de la empresa.
En resumen, si quieres darle valor a tu marca, no te quedes en la superficie, piensa en el branding más allá de un simple logo y haz que tu identidad se refleje en todos los aspectos de tu comunicación visual. Sigue estos pasos y conseguirás una completa estrategia de branding para conseguir alcanzar el éxito en tu comunicación.